miércoles, 18 de febrero de 2009

Volando con Vueling, una experiencia

Lo que sigue es una carta de una compañera mía, Noelia Domènech dirigida a los simpáticos señores de Vueling, se trata de una compañía "de buen rollo", cómo yo he podido comprobar los últimos 4 años volando con Vueling a Madrid... a pesar de todo y de encarecerse nunca le perdí la confianza. La semana pasada hubo un cierre en el aeropuerto de Chales de Gaulle, por temporal (consultad aquí la noticia), y Noela tenía que salir de aquí, de París, lo que sigue es una reonstrucción de los eventos, una queja "formal" dirigida a Vueling:

"Me llamo Noelia Domènech Arasanz, cliente hace ya algún tiempo por no decir des de siempre, de su compañía vueling de la cual he ido viviendo su evolución y transformación a lo largo de estos pocos pero suficientes años.
Hoy me dirijo a ustedes con toda la buena educación del mundo para expresar mi disconformidad y decepción por sus servicios prestados en último vuelo día 10 de febrero del 2009 con ruta Paris (CDG) a Barcelona (BCN).
Todo empezó cuando horas antes del despegue de mi vuelo VY5075 destino Barcelona, me llamaron para informarme que debido al mal temporal, que yo no vi en ningún momento, debían cambiar mi vuelo por el vuelo que salía a las 13:45h; sin más opciones por su parte decidí tomar ese vuelo ya que por problemas administrativos debía asistir a la Universidad de Barcelona ese mismo día. Pues así fue cuando tome mi maleta de unos cuantos quilos para coger el RER B que aparte del Rossybus, llega hasta Charles de Gaulle, aeropuerto, que como he comentado antes, no querría faltar al respeto, pero está a años luz de la categoría que intenta aparentar Paris, la cual se considera la capital de Europa, pues no tiene color en comparación con el aeropuerto de Barcelona o Madrid.
Pues como digo, llegué a Gare du Nord con mi maleta pesada llevada a pulso y sin ayuda de escaleras mecánicas en las estaciones de metro, claro que el libertarismo que siempre ha propagado Francia no vale para los paralíticos en Paris, los pobres ya ni se asoman al metro o tren. Y al tema del tren quería llegar yo, pues como hay tanta coordinación entre RER B y el aeropuerto…las líneas de tren con destino Challes de Gaulle se encontraban cortadas y retrasadas; pues genial porque aunque uno calcule cuánto tiempo tiene y puede tardar para facturar siempre lo debe hacer casi un día antes porque el agradable y atentoso personal de vueling, por decirlo en términos irónicos, en Paris, me cerró 10 minutos antes la facturación lo cual hizo que mi asombro y mi miedo comenzaran en aquel mismo momento. El momento e instante en el que el señor “facturero gabacho” representante de la compañía, sin ninguna intención de entender y comprender lo que intentaba decirle respecto los 10 minutos que quedaban de facturación y todo en francés, ya que su campo de visualización/comprensión de su cerebro no daba para más; me envió de malas maneras a “l’accueil” más conocido como oficina de información de vueling. Y ahí es cuando después de unos minutos de cola me atendió una linda señorita…ah francesa y muy linda, y muy simpática, con unas ganas de atender a los clientes y resolver sus inquietudes o problemas…vamos era la alegría de la huerta. Pues la señorita que también representaba la compañía española, vueling, tampoco tenía grandes nociones de español o bien ninguna, e inglés, pues tampoco tendría muchas ganas de hablarlo ese día, así que nada, francés, que se le va hacer. La señorita, después de hacer que escuchaba, porque yo tengo claro que ya tenía la respuesta antes de que le preguntara nada, me dijo que ella no podía hacer nada y que debía comprar un nuevo billete o bien embarcar sin mi pesada maleta que traía arrastrando a duras penas desde Metro Voltaire; claro, era la respuesta razonable que esperaba, ¿dejarle a ella la maleta?
Ante mi impotencia no tuve más remedio que comprar un nuevo billete para el siguiente vuelo VY5077 que despegaba a las 16:35h, que jamás voy olvidar por un mini precio de 95 euros después de haber pagado ya uno anteriormente. Me dieron factura donde se refleja la hora 13:09h, que son 4 minutos que sí pasaban de la hora de facturación que finalizaba a las 13:05h, pero yo llevaba unos 15-20 minutos dando vueltas en el aeropuerto como una peonza; y encima me comentaba la linda señorita que era un precio muy razonable y que debía estar contenta por el gran servicio que me prestaba vueling, ya que los billetes de vuelo son mucho más caros! Creo que este comentario se lo podía haber ahorrado ya que lo caro y barato es muy relativo, según para quién y para qué, ya que soy una estudiante que he trabajado para poder hacer un “stage” en Paris y por ello digo y creo que eso no es barato, así que hay que cuidar ciertas cosas.
La aventura no acaba aquí sino todo lo contrario, acaba de empezar. Después de pasar el control de seguridad donde miran hasta la hora, nos comentan que el vuelo VY5077 dirección a Barcelona se retrasaba 2 horas. Me armé de paciencia y resignación como todos los otros pasajeros de los cuáles mucho de ellos ya esperaban que su vuelo despegara el día anterior y que les habían obligado pasar una noche en Paris y todavía estaban ahí esperando; porque era lo único que podíamos hacer delante la puerta de embarque rodeados de una cristalera sin acceso a nada, y nada literalmente, porque no teníamos acceso ni a los baños, solo había un pequeña cantina que te cobraba 4,25€ por dos rebanadas de pan bimbo y un café au lait de 3,50€, de vergüenza. Pues así siguió la espera hasta que de repente nos cercioramos que el vuelo VY5073 que partía a las 17:40h lo hacía “on time”, mmm… ¿Cómo era posible, que nuestro vuelo retrasado des del día anterior todavía estuviera pendiente de despegar y el vuelo de las 17: 40h misma ruta, mismo avión, misma compañía, etc. lograra que su puerta de embarque anotara en el panel “on time”?
Que ilusos fuimos muchos de nosotros, entre ellos yo la primera, que sin ninguna duda y por lógica pensamos que ese vuelo sería para nosotros…MENTIRA. Ante nuestras caras de cansancio e incomprensión los otros pasajeros del vuelo que partía a las 17:40h fueron subiendo y es cuando la gente empezó a pedir de una vez explicaciones a la compañía que hacía como si lloviera haciendo tiempo para que llegara el responsable, ya que las pobres azafatas que daban la cara por vueling se limitaban a decir que ellas sólo recibían órdenes de la central. Pues llegó la persona tan esperada, el responsable, que a su favor diré que sabía algo de español, aunque después de 5 minutos se pasó al francés porque supongo tendría más argumentos para su autodefensa. El señor responsable intento explicar sin ningún argumento lógico, porque estábamos ahí, el mal tiempo decía. ¿El mal tiempo para quién? ¿Para todos o sólo para nuestro vuelo? También se atrevió a decir en francés claro está, que por megafonía se había anunciado que los pasajeros que quisieran cambiar su vuelo VY5077 por el VY5073 podían bajar a “l’accueil” y cambiar su vuelo sin ningún coste pero que como no habíamos entendido el francés pues no nos habíamos enterado ¡MENTIRA! y fue esta la gran frase que hizo que la gente se exaltara, que pidiera las hojas de reclamación, pues ya era insostenible tenernos ahí y que encima nos trataran de ignorantes cuando muchos de nosotros hablamos y entendemos perfectamente el francés e inglés. Así que el buen señor responsable comentó que el vuelo todavía se había retrasado más y que nuestro vuelo aterrizaría sobre las 19:30h…por Dios! Nada, dicen que la paciencia es la madre de la ciencia o era que ¿quién espera desespera? Ai no sé, solo sé que yo sí estaba algo cansada y desesperada porque no podía ir al baño.
Mala suerte la mía ¿no? Debía llegar a Barcelona a las 10 de la mañana y llegué a las 9 de la noche después de pasar un agradable día en la pecera de cristal sin acceso a los baños y con menos asientos que pasajeros, delante de la puerta de embarque número 78 en Charles de Gaulle. Pues de mala suerte nada porque la suerte la busca uno y yo esto no lo busqué ya que ninguno de los pasajeros del vuelo VY5077 con destino Barcelona el día 10 de febrero del 2009 teníamos la culpa de la pésima o nula organización que nos prestó vueling Paris ese día.
Y todo no acaba aquí porque para más inri al llegar a Barcelona con el ambiente todavía caldeado, cansada y disgustada, mi maleta estaba rota ¡NO PODÍA SER CIERTO! Recogí la maleta refunfuñando y salí de la terminal C donde me esperaba mi familia y lo primero que se me ocurrió decir es donde estaba la oficina de reclamaciones vueling; así que me fui para ahí donde ya habían mis compañeros de vuelo que supongo estarían poniendo sus respectivas reclamaciones, para poner yo otra. Y me di cuenta que lo pobre señorita que ya hablaba español, no sabía nada y que no podía hacer nada, eso sí es mala organización, en fin.
Así que por todo lo narrado quisiera reclamar el importe de mis vuelos de vuelta a Barcelona del día 10 de febrero del 2009, sobretodo el vuelo VY5077 con el módico precio de 95 €, según la señorita.
También comentar que es una pena todo lo ocurrido en general, porque yo siempre he confiado en vueling, hasta hoy claro, así que espero que al menos alguien lea esto, alguien asienta con la cabeza y todo quede olvidado.
Muchas gracias por su atención.


Atentamente
Noelia Domènech Arasanz "
Bueno como podéis comprobar, una serie de desafortunados eventos que no concuerdan mucho con la filosofía de "guais, baratos y felices de la vida" de la compañía. Por mi parte debo decir que a pesar de que ya no vuele tanto con ellos, durante los últimos 4 años, me he montado en una media de 12 vuelos de Vueling y no es que me hayan tratado bien, aún más: me han hecho favores un par de veces (una vez volé sin DNI) y me han regalado 4 vuelos, pero debo decir que si lo que le ha sucedido a Noelia me sucediera a mi, pondría el grito en el cielo y a Diós pondría por testigo que si no me pidieran disculpas formales y me devolvieran el dinero, jamás volaría con ellos y maldecería toda la publicidad positiva que les he estado haciendo durante tanto tiempo.

6 comentarios:

ricardo dijo...

Una carta de reclamación no puede ser un "pase y revele su rollo". Tiene que ser clara y concisa; sobre todo concisa. Si es de verdad una carta de reclamación, me juego lo que quieras a que no se la va a leer en vueling ni el tato. Para llorar las penas están los amigos y la familia. Y los blogs, claro.

marcsit dijo...

Gracias Ricardo por tus siempre CONSTRUCTIVOS comentarios, no sé qué haría sin ellos.

Noe Domènech* dijo...

No te preocupes Ricardo que la reclamación concisa está también hecha. Pero pensé que el conformismo no era para mi, ni para muchas otras personas, que como bien tu comentas si se hubieran limitado a cartas concisas todavía estarían esperando respuesta. Y nada de llorar las penas que para llorar sí hay muchas cosas que ahora no vienen al caso; aquí sólo hay una falta de organización, organización que maneja mucho dinero y no tiene nada que ver con lo que sí son desgracias.

Vanessa dijo...

Te he dejado algo para tí en mi blog.

Sirannon dijo...

Y pensar que yo volé con Vueling a Madrid justo al día siguiente sin problemas...
Como Marc, yo siempre he tenido suerte, pero Noe no es la primera persona que se queja de la mala organización de Vueling...

Besos a los dos, que hace tiempo que no os veo!

Elsa

ricardo dijo...

No te quejes Marc, que sin troll no pican el anzuelo de comentar igual...

Ah, y tómese como recomendación para que una reclamación tenga más posibilidades de éxito.