sábado, 2 de enero de 2010

Concurso Fotografía Magazine de La Vanguardia

Más o menos, siempre he sido "aficionado" a la fotografía, uno muy light, casi Zero, me atrevería a decir, pero al menos si he tenido sensibilidad para ella, entra dentro de mis proyectos personales hacer de ello una buena afición, un pasito es mandar cositas a concursitos, así que para la ocasión (concurso on-line de El Magazine de la Vanguardia), hemos mandado (mi pareja y yo, no os creáis que todo el mérito es de un servidor, ella es la que sabe, de hecho ¡la mayoría son suyas!) estas fotografías:

Ojos Verdes
De Concurso Magazine Vanguardia
En el mercado medieval de Vic el armoma de la lavanda nos condujo hasta estos ojos verdes.

Domesticado
De Concurso Magazine Vanguardia
Por casualidad, como ocurren la mayoría de las cosas, este lindo gatito de apenas una semana insistió no sólo en seguirnos sino que también en treparnos.

Soportable levedad
De Concurso Magazine Vanguardia
Es típico de la Plana de Vic que los sábados y domíngos por la mañana el cielo se cubra de aerostáticos, no es tan típico encontrarse con uno iluminando cuál candela colosal la Plaça Major de Vic.

Malabarismos
De Concurso Magazine Vanguardia
El Plà del Castell en Tona, vigila la pequeña localidad ausetana desde los tiempos de los romanos cuando los íberos estaban asentados en él, vigilando uno de los caminos que llevan a Roma: la vía Ausa. Hoy en día sigue siendo un punto de vigilancia; un santuario dónde los "tonencs" suben y vigilan el transcurso de sus vidas; ésta fotografía lo justifica.

Literatura Viva
De Concurso Magazine Vanguardia
En la Plaça del Pes de Vic, hay un árbol en su mitad, en él cuando llegan las Navidades la gente cuelga en sus ramas (ya secas y desc¡nudas) mensajes de paz, deseos para el futuro, cartas sin destinatario... y con todo ello vuelven a vestir al árbol, más me atrevería a decir de lo que lo viste la Primavera.

Si ganamos.... ¡nos vamos a Punta Cana!

martes, 29 de diciembre de 2009

Ensueño de un rayo de luna

Hace unos días volví a leer una leyenda de Bécquer titulada "Rayo de luna". Para los que no la conozcáis trata sobre un joven soñador conocido como Manrique que se enamora de un rayo de luna creyendo que es el vestido de una mujer que juega con las sombras del bosque. Y esta leyenda me inspiró este poema. El ensueño de Manrique:




Me acerco. Me acerco suavemente
protegido por el ruido del silencio.
Contemplo. Contemplo un bulto,
entre las sábanas, blanco de luna.
Siento. Siento que te pierdo,
en la noche, oscuro presagio.
Deseo. Deseo estar contigo
allí donde sueñas, pureza de mi corazón.
Amo. Amo tu boca de cristal,
anhelo febril que me tiene aprisionado.
Odio. Odio el tiempo sin alma
que me aleja de ti.
Lloro. Lloro lágrimas sordas,
mudas para expresar que no puedo
olvidar, olvidar, olvidar, olvidar...
Palablas que resuenan en mis oidos
al son de tambores amenazantes.
Te abrazo. Abrazo las sábanas
donde te reflejas, donde te percibo,
sigues mirando a la pared.
Dudo. Dudo de que te encuentres
acurrucada detrás de la manta,
límite ahogado, frontera dolorosa.
Y levanto, levanto las sábanas.
¿Dónde estas? tienes que ser real.
Caigo. Caigo de rodillas
todo ha sido un sueño iluminado
por un rayo de luna que se hizo mujer,
deseo contrariado.
Y esperaré. Esperaré a la siguiente noche,
sé donde encontrate, cerca de mí,
acurrucada entre mis sábanas.