martes, 14 de diciembre de 2010

¿Dopaje o montaje?



Mira tu por donde que siempre hay cosas que nunca te acaban de sorprender.
Lo que me sorprende es como tardan tanto en sacar a la luz estas cosas, o es simplemente es una cuestión de desviar el interés público de cosas más importante actualmente en nuestro país...
¡Va!Para nada, porque el país va cojonudamente bien...o no, señores?
De todos modos, sea verdad o mentira, cuando el río suena es que agua lleva, y de ello estoy más que segura.
Aunque por mi parte diré que es lamentable este hecho, (el cual ahora conocemos, porque hay cientos). Mucho más lamentable respecto al deporte, sobretodo para aquellos que lo practican, quizás no de manera olímpica ni de élite, pero que no entran ni se acercan a estos "chiringuitos ambulantes potenciantes energéticos de pantomima" que no sé pa què? y mucho menos se los suministran lo colegas y entrenadores de un mismo equipo. Vaya hipocresía.
Nada yo seguiré con lo mío, así que para estas Navidades viva el deporte!

domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Zanahoria, Huevo o Café?


Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía cómo hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre.
A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un recipiente. Sacó los huevos y los colocó en otro. Coló el café y lo puso en un tercer recipiente. Mirando a su hija le dijo: "Querida, ¿qué ves?". "Zanahorias, huevos y café", fue su respuesta. La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: "¿Qué significa esto, padre?". Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: ¡agua hirviendo!, pero habían reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua siendo fuerte y dura. Pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua siendo frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido. Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al agua.
"¿Cual eres tú?", le preguntó a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo respondes?. ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?“
Y hoy te lo pregunto yo a ti... ¿Cómo eres tú? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el dolor te tocan, te vuelves débil y pierdes tu fortaleza? ¿Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable. Poseías un espíritu fluido, pero después de un conflicto, una dificultad te has vuelto duro y rígido?
¿O eres como un grano de café? El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor. ¡Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor! Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor... ¡tú reaccionas mejor! y haces que las cosas a tu alrededor mejoren.

¿Cómo manejas la adversidad? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?